Esta tarde con las compañeras y profesores del CFGS de cerámica artística hemos tenido la oportunidad de vistar el taller de Ceràmica Cumella, en Granollers, de la mano de la su cuarta generación, el ceramista Toni Cumella.
Es curioso porque aunque son ceramistas, los conocí cuando estudiaba arquitectura. Y es que suyas son las piezas de la cubierta del Mercado de Santa Caterina, de Enric Miralles EMBT, las de «El petó» de Joan Fontcuberta detrás del COAC, o las de la fachada del oceanario de Lisboa o de la Escuela Massana de Carme Pinós. [Entrad en la web si os interessa ver cómo se han fabricado/colocado estas piezas porque hay fotografías muy interesantes, aunque no está muy actualizada] Es un taller de cerámica donde se hace, entre otras cosas, arquitectura.
Además cuando estuve haciendo las prácticas del máster de profesorado en la Massana, justo había una exposición de piezas suyas 🙂
Así pues, hoy después de años de seguirles la pista, he podido ver dónde y cómo se crean. Y lo cierto es que me imaginaba una super fábrica y en realidad es un taller, grande, y mecanizado. Pero tiene su laboratorio, su sala de moldes, el secador, el horno,… quizás lo que es más diferente sería el taller de conformado en sí, que en vez de tener tornos y tornetas (aunque guardan el torno de pie y algunas piezas del ceramista Antoni Cumella padre) tienen máquinas que extruden -que no son mucho más que una galletera grande-, prensan,… y la sala de esmaltes que otra vez también tienen tres máquinas para hacerlo.
Como arquitecta y ceramista me ha gustado mucho tener la oportunidad de ver un taller dedicado a la cerámica al servicio de la arquitectura 🙂 Pero me ha gustado sobre todo, para ver nuevas formas de trabajar la cerámica y que con su ingenio y experiencia son capaces de hacer.
¡Espero que por muchos años nos sigan sorprendiendo con nuevos proyectos! 🙂
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