El libro
Me compré este libro el primer día que bajé a Barcelona a pasear después de las restricciones de movilidad para la covid-19. Lo había visto por Instagram y tenía ganas de leerlo desde entonces, pero justo estábamos a final de curso y tuve que esperar unos días para poder leerlo con calma, tal y como requieren estos libros.
La verdad es que el título y la portada me sedujeron enseguida, pero cuando leí la contraportada del libro editado por la editorial GG (donde por cierto hace pocos días me encontré como referencia a prensa de cuando escribía en una revista que creamos cuando iba a la universidad jeje) y la introducción me acabé de enamorar:
Al despertar, lo primero que percibimos es el tacto de nuestras sábanas, la luz con la que nos envuelve la lámpara que encendemos, la forma y color de la vajilla del desayuno… Desde ese momento y hasta terminar el día, cuando cerramos de nuevo los ojos sobre el textil de la almohada, nuestro cuerpo se habrá topado y desenvuelto con una infinidad de objetos diversos. Se trata de cosas modestas, comunes y ordinarias, que usamos constantemente sin prestarles apenas atención. Pero los objetos son también unos compañeros constantes en nuestra vida y, como tales, afirma Soetsu Yanagi, deben hacerse con cuidado y fabricarse para que duren. Deben ser tratados con respeto e incluso afecto. Y deben aunar perfectamente belleza y utilidad.
Si mi leitmotiv es artesanía, belleza y bienestar, ¡no podía dejar de leerlo!
El autor: Soetsu Yanagi
No conocía el autor, Soetsu Yanagi, quien resulta que fue fundador el movimiento de las artes populares mingei, y quien impulsó el Museo de Artesanías Populares de Japón. Pero leyendo su biografía (incluida en la primera parte del libro) reconocí en ella nombres como los de Bernard Leach, William Blake o Shoji Hamada.
El libro es una recopilación de 16 ensayos del autor, escritos en diferentes momentos y sobre temas diversos, pero siempre en relación a su pasión para la belleza de los objetos cotidianos japoneses. A través de él he conocido muchas técnicas artesanales de Japón que desconocía, pero sobre todo he leído sobre la belleza de la artesanía, y eso siempre es un placer.
Los artículos/capítulos
Os dejo un breve resumen de cada texto, y como en algunos momentos se puede hacer un poco pesado leer sobre tantas artesanías diferentes -y sobre todo sin prácticamente imágenes que ilustren sobre el que se habla- os recomiendo especialmente: Empezar por los dos primeros (1. ¿Qué es la artesanía popular? (1933) y 2. La belleza de los objetos misceláneos (1926)), seguir con el 8. La perspectiva japonesa (1957) y quizás el 12. Sesshu y la artesanía ( 1950), sino pasar directamente al 14. Ver y conocer (1940) y acabar con los 16. El Museo de Artesanías Populares de Japón (1947) y 15. Carta a mis amigos coreanos (1920). Estos dos últimos quizás los hubiera cambiado de orden dentro del libro, quizá porque el 15 es el que es más diferente del resto, pero también entiendo que acabe con la historia del Museo. Bueno, ¡vamos allá!
1. ¿Qué es la artesanía popular? (1933)
En este primer texto, después de la biografía del autor, se introduce lo que para el autor definía el concepto de mingei, y la necesidad de esta artesanía anónima popular. Se plantea cuál debe ser su papel dentro de la sociedad «actual» (texto de 1933) y la importancia de su belleza natural intrínseca. También propone que los artesanos deberían organizarse, según su punto de vista, en comunidades, a fin de hacer frente a un futuro cada vez más industrializado, y sobre cuáles deberían ser los objetivos de esta artesanía popular, a nivel de promoción de la misma. En este punto creo que discrepo un poco cuando habla de la irreflexión de los artesanos frente la autoconciencia de los artistas. Pero bueno, le seguiré dando vueltas.
2. La belleza de los objetos misceláneos (1926)
Esta segunda reflexión es bastante similar a la primera, pero tal y como indica su título, se centra en el análisis de la belleza que los artesanos son capaces de producir con su destreza «natural». Aquí vuelvo a tener mis dudas ya que remarca muchas veces que no se trata de objetos decorativos, sino útiles, y lo entiendo si pienso en los platos que tienen las abuelas colgados en las paredes y los comparo con mis platos blancos y lisos de comer cada día. Pero no sé si es por mi «conciencia artística» como arquitecta que yo colgaría antes mis platos blancos y lisos que según qué filigranas compradas para decorar. Y entonces me planteo: ¿yo que sí que tengo conciencia artística, puedo hacer artesanía popular o la estaría corrompiendo? En este texto ya entra más en materia y cuenta además de la necesidad de resolver situaciones cotidianas, la relación de los materiales y su origen, la forma de trabajar a base de movimientos infinitamente practicados, la naturaleza de estos, la simplicidad,…
3. Un karatsu pintado como objeto de reflexión (1926)
Breve texto sobre la propia experiencia del autor en encontrarse un objeto cotidiano lleno de belleza.
4. ¿Qué és un patrón? (1932)
Tal y como se indica, se trata de un texto donde el autor habla de cómo se generan los patrones como representación simbólica de la naturaleza, y de belleza. Este apartado me ha costado un poco más de comprender, después de que en los anteriores se haya insistido tanto en la técnica y la producción casi automatizada. Le recomendaría a la compañera Lola San Román a ver qué le parece a ella y podríamos debatir los puntos de vista. También habla de los patrones requeridos por el uso, el material o la técnica, como pueden ser los puños o el cuello de un jersey, y aquí sí que veo más coherencia con lo que decía anteriormente.
5. Del bashofu de Okinawa (1939)
Texto sobre el tejido de fibra de plátano de los atuendos cotidianos hechos con un trabajo sencillo y repetitivo, utilizando las materias primas más al abasto. Su belleza radica precisamente en esta sencillez, y en el hecho que prácticamente todo el mundo es capaz de hacer un buen trabajo.
6. La belleza del kasuri (1959)
Gloria a la belleza del tejido más importante japonés. En este caso producida por los efectos del trabajo manual, su naturaleza imperfecta a la hora de realizar los patrones.
7. Les características del kogin (1932)
Inicialmente producido en una zona donde en invierno se hace imposible cultivar las tierras para la nieve, proporcionaba a sus productores la oportunidad de experimentar la alegría de la creación. Una creación, pero, estrictamente reglada por unos patrones numéricos, que hacen que en seguirse, todo bordado resulte bello.
8. La perspectiva japonesa (1957)
Este es el capítulo que más me ha gustado. Se explica la manera de hacer y de percibir la belleza en la cultura japonesa. No sé si porque utiliza la cerámica para la mayoría de los ejemplos, o porque me siento muy identificada con el estilo de hacer y percibir que define. ¡Os lo recomiendo especialmente!
9. La historia del descubrimiento de Mokujiki (1925)
Narración de, tal y como indica el título, la historia que llevó al autor -y un grupo de investigación que creó para que le ayudaran- a descubrir gran parte de la obra y vida del monje budista y escultor, guiado por su entrenada intuición.
10. Xilografía (1939)
Si el capítulo 4. ¿Qué es un patrón? Me hizo pensar con Lola San Román, este me ha hecho pensar con Paula Bonet (la obra de quien por cierto hace muchos años que me acompaña). Aunque como licenciada en bellas artes no sé si estaría de acuerdo con lo que el autor no se cansa de destacar: no se puede concebir un grabado como si se tratara de una pintura, ya que la xilografía tiene unas especificidades técnicas que al mirar de superarlas para acercarse a la libertad de la pintura pierde su sentido y su belleza natural. La verdad es que en este texto me he perdido un poco: quizá porque ya son muchas las nuevas técnicas con nombres japoneses que he ido conociendo con este libro, o porque seguir haciéndolo sin un acompañamiento gráfico se hace pesado. Aprovecho para reclamar más imágenes para libros de texto como este. Sé que complican y encarecen la edición, pero hoy en día existen tecnologías que nos permitirían muy fácilmente acceder a una imagen en alta resolución colgada en internet. Si -ya que las editoriales no lo hacen- existe alguien que se dedique a «ilustrar virtualmente» libros como este que se pronuncie ¡que me haré fan suyo/a!
11. Otsu-e (1960)
Siguiendo con técnicas de producción artesana visual, en este apartado se presenta un tipo de pintura tradicional japonesa generalmente anónima y colectiva, de bajo coste, estilísticamente simple e inicialmente destinada a satisfacer las necesidades religiosas de la gente corriente pero más tarde utilizada como souvenir. Es decir, concebida siempre con una utilidad y con la finalidad de llegar a mucha gente, que, a diferencia de la xilografía por ejemplo, se podía realizar sin necesidad de maquinaria específica por lo que se reducían el coste y el tiempo de producción y aumentaba la libertad.
12. Sesshu y la artesanía (1950)
En este texto se explica el hecho de que una vez adquirió para el Museo de Artesanías Populares de Japón un pieza que resultó ser de un gran maestro de la pintura a tinta –Toyo o Sesshu-, y reflexiona en torno a las diferencias entre el arte con sello y el arte / artesanía popular. Es un tema que me parece muy interesante pero para mi gusto el texto destina demasiado energías a justificar la compra a partir de la cual surge el debate interno.
13. Washi (1943)
Texto ligero dedicado a la belleza y a los materiales y procesos de producción de uno de los papeles tradicionales japoneses, único y apreciado en todo el mundo.
14. Ver y conocer (1940)
Este capítulo me ha gustado especialmente, aunque a diferencia del 8. La perspectiva japonesa, aquí no se habla de cerámica, de hecho ni de cerámica ni de nada en concreto. Se trata de un ensayo sobre la diferencia entre ver -percibido a través de los sentidos un objeto o pieza artística- y conocer sobre esta a través del intelecto. Es un texto que, aunque es un poco complejo de leer, me gustaría compartir con mis alumnos. Quizá podría hacerlo con los de 4º ESO o bachillerato. ¡Y a vosotros obviamente también os lo recomiendo!
15. Carta a mis amigos coreanos (1920)
Escrita (y publicada -muy censurada- para el público general en la revista Kaizo) en respuesta a la represión que Japón provocó sobre Corea después de que afloraran movimientos contrarios a la anexión con Japón durante la expansión del imperio ruso de 1910. Justo he llegado a este capítulo el 17 de agosto de 2021, al día siguiente de que el presidente de Afganistán abandonara Kabul ante los talibanes y que los ciudadanos de la zona intentaran huir desesperadamente del país por temor a la pérdida de los derechos humanos, especialmente de las mujeres. Y me ha parecido un texto muy bonito, aunque a ratos se ve un poco iluso, se nota que está escrito por un hombre mayor -pone mucha fe en las generaciones jóvenes- y religioso -cree que Dios y la bondad humana lo pueden todo-. La primera parte la dedica a poner por escrito lo que siente al ver que Japón -su nación, a la que se siente muy vinculado- ataca Corea, a quien también se siente fuertemente vinculado. Especialmente a nivel cultural y artístico. Y durante la segunda parte, loa el arte y la belleza como punto de encuentro entre comunidades. La verdad es que me ha encantado la manera de demostrar su admiración para el arte Coreano en un momento de conflicto y cómo concibe el arte como punto de convergencia entre culturas y personas.
16. El Museo de Artesanías Populares de Japón (1947)
En este último capítulo, dividido en dos partes, se explica cómo, del deseo de compartir la pasión de un grupo de amigos amantes de la belleza de los objetos cotidianos, y de explicar la historia y reconocer su valor , surgió la idea del Museo de Artesanías Populares de Japón. Y su misión de presentar un estándar de belleza en objetos cotidianos para promover que se siga trabajando en este sentido. Un texto interesante, sobre todo la segunda parte en que se habla de la línea del museo, un tema que dentro de la divulgación artística, me interesa especialmente 🙂
¡Os leo en los comentarios!
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